Existen personas que con su carácter y su forma de ser dotan con su presencia de una templanza al resto que facilita la empatía y el entendimiento, así como con la firmeza de sus palabras logran simpatizantes para su causa con un mensaje basado en la experiencia personal y en el ejemplo diario.
Manuel García Arjonilla no fue un prestigioso científico ni un erudito filósofo, pero sí fue un ejemplo de vida en el partido y un trabajador incansable por fortalecer y extender pueblo a pueblo, territorio a territorio, el mensaje del PCE en la lucha y en el compromiso con el pueblo.
Si durante la niñez hubiéramos vivido la dramática experiencia de vivir la miseria en primera persona, quitándonos los fascistas a nuestras familias, explotándonos para ellos, sin unos tristes zapatos que ponerse o algún pantalón que arropase nuestras vergüenzas, tal vez entenderíamos por qué Manuel García “Picardía” (como lo conocimos y conocían en toda España) decidiese que había que pertenecer al PCE para luchar contra las inhumanas consecuencias de una dictadura fascista.
Durante la dictadura emigró a Francia como los miles de jornaleros jiennenses que tuvieron que buscarse la vida en las plantaciones del país vecino. Trabajó de manera ardua para lograr ayudar a su familia al mismo tiempo que contactó con camaradas del PCE en la clandestinidad y comenzó su andadura sindical con CCOO desde casi sus orígenes.
El PCE lo fue todo para “Picardía”, así como el sindicato, su sindicato, CCOO, a los que dedicó toda su vida. Recorrió toda Andalucía y parte de España vendiendo lotería, pins, camisetas, banderas, … pero sobre todo, el Mundo Obrero. En mi pueblo, Torredonjimeno, no era raro ver a “Picardía” andando a todas horas, a paso ligero, con un manojo de Mundo Obrero debajo del brazo visitando su gran red de contactos para venderles el último número de nuestro periódico. Incluso lograba vendérselo a vecinos que políticamente estaban situados en las antípodas del PCE.
Ir con “Picardía” a algún acto provincial o andaluz era como estar con una estrella. Tan mediática como comprometida pero con la estela de la lucha y el esfuerzo por ayudar al PCE en todo lo que fuese necesario, ya sea vendiendo o como voluntario en las tareas de organización.
En los últimos años solía llamarme a menudo para justificar sus dificultades e incapacidad para poder asistir a asambleas, manifestaciones o actos públicos por su delicada salud, como una especie de deber moral de informar a su partido de su ausencia, aumentando aún más, en mí, la imagen de Manuel García como un ejemplo de responsabilidad y compromiso político y personal por su partido.
A mediados de los años 80, junto a otros camaradas, pudo viajar a Moscú, a través de los viajes promovidos por Mundo Obrero, y conocer la realidad de la URSS. A la vuelta en la rueda de prensa en la sede de Jaén, junto a su amigo y camarada Julio Begara, ante la incalificable pregunta de un periodista sobre que categoría de estrellas tenían los hoteles en la URSS, Manuel García “Picardía” manifestó con su característica templanza y cierto grado de inocencia: “muchas… allí se ven estrellas por todos sitios…”.
En 2017 me acompañaron Manuel “Picardía” junto a su inseparable camarada José Martos “Tirachinas” y Carmen Martos al Parlamento de Andalucía en la sesión plenaria en la que se aprobó la Ley de Memoria Histórico de Andalucía. Representaban la historia viva del PCE y de la lucha infatigable durante décadas contra la represión y por la liberación de la clase trabajadora. Las emociones y sensibilidad llenaban los rostros de nuestros longevos camaradas, entre una mezcla de alegrías y de recuerdos de lucha y pérdidas que contagiaron a todos los presentes.
El pasado 26 de marzo de 2020 falleció, a falta de 7 días para cumplir 97 años, Manuel García Arjonilla, más conocido por todos como “Picardía”. No pudimos cumplir con su deseo de velarlo en la sede, a causa de las medidas por el estado de alarma y confinamiento en los hogares, ni pudimos despedirlo acompañándole la militancia y amigos/as como se merecía. Aún así, como Secretario Político del PCE en Torredonjimeno y con el consentimiento de su familia cumplí con su voluntad de que las banderas del PCE y la republicana le arropasen y le acompañasen en su descanso eterno.
No sólo lo cantamos sino que lo mantenemos como dogma: “Ni dioses ni tribunos”. Pero sí son necesarias muchas estrellas como “Picardía” en nuestro partido y en nuestra sociedad que con su ejemplo y tesón marquen el camino de la lucha de la clase trabajadora. Salud y República.
Secretario Político PCE del Núcleo “Cristóbal Valenzuela” de Torredonjimeno