A partir del próximo lunes podrán volver a sus puestos de trabajo los empleados de las empresas no esenciales que tenían autorizada su actividad productiva en la primera fase del Estado de Alarma. Durante el fin de semana se difundirá masivamente una guía de buenas prácticas para que, a pesar del aumento de la movilidad, se mantenga una estricta seguridad sanitaria. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha advertido que “deben quedarse en casa los trabajadores con síntomas de la epidemia, aunque sean leves, y tienen que ponerse en contacto con los servicios de la sanidad pública”.

Entre las buenas prácticas necesarias, el ministro ha destacado la obligación de minimizar los contactos entre los trabajadores y con los clientes, las precauciones en el transporte colectivo y la recomendación de escalonar los horarios para el acceso a las empresas. El gobierno repartirá mascarillas higiénicas para los lugares donde coincidan más personas en las rutas hacia sus puestos de trabajo. Se considera que su utilización es un buen complemento para las tres medidas básicas de protección: el distanciamiento interpersonal, lavarse las manos con frecuencia y la higiene en los espacios públicos y privados.

La portavoz del gobierno, María Jesús Montero, ha reiterado que el confinamiento está dando buenos resultados pero debe mantenerse todavía como precaución para impedir retrocesos en la reducción de la amenaza de la epidemia.

El Consejo de Ministros extraordinario de este viernes ha puesto en marcha, a través del Instituto de Crédito Oficial, una nueva inyección de liquidez de 20.000 millones de euros para los autónomos y las pequeñas y medianas empresas. Según Montero, el gobierno considera un buen paso el acuerdo de los ministros de finanzas de la Unión Europea para establecer un fondo de reconstrucción aunque “todavía queda mucho por hacer en la solidaridad comunitaria para la mutualización de la deuda que se discutirá en la próxima reunión de los jefes de Estado y de gobierno”.