La diputada de VOX María Ruiz ha acusado en el Congreso al gobierno, y en especial a Pablo Iglesias, de ser el responsable de las muertes por el coronavirus en las residencias de ancianos.

El vicepresidente le ha contestado que “resulta miserable utilizar la muerte para hacer política” y le ha recordado que “la precarización en las residencias, que ha deteriorado dramáticamente la calidad de los cuidados, es la consecuencia de la política neoliberal de privatizaciones que permitió convertirlas en un negocio, reduciendo las plantillas y los medios de protección”.

Ese modelo -ha denunciado Pablo Iglesias– “puso la gestión de muchas residencias en las manos de los fondos buitre, los corruptos asociados con el Partido Popular y cinco de los empresarios más ricos del país”.

Este gobierno, ha explicado el vicepresidente, estableció como una de sus prioridades en la crisis de la pandemia la colaboración con las comunidades autónomas que tienen la competencia sobre las residencias: “Les dimos la consideración de servicios esenciales como a los sanitarios, financiamos con 300 millones de euros la contratación del personal necesario para la emergencia y priorizamos su abastecimiento de suministros de protección”.

Ha añadido Iglesias que “VOX representa el odio, la hipocresía y la miseria social que protege a los gestores privados, a los que han convertido las residencias en un negocio para conseguir sus beneficios precarizando peligrosamente la atención a los ancianos”.