Miles de manifestantes participaron en una manifestación contra el racismo en Düsseldorf. El año pasado se registraron 861 casos de discriminación racial en Alemania según las cifras oficiales y un estudio revela el impacto de la pandemia.
El mayor número de casos, 95, se produjo en el lugar de trabajo, de acuerdo con un informe de la Comisión Federal contra el Racismo. El dato se basa en los incidentes registrados por los 21 centros de asesoramiento sobre el tema. Algunos ejemplos refieren el trato humillante, los comentarios irrespetuosos o la actitud desigual por parte de las directivas contra los migrantes.
“Las restricciones en la vida pública por la pandemia trasladaron los incidentes de discriminación al ámbito privado, especialmente a los barrios de las grandes ciudades”, precisa la comisión Federal contra el Racismo.
En la la presidenta de la Comisión Federal, Renatte Schmidt apuntó que la crisis del coronavirus demostró una vez más cómo la incertidumbre y la tensión dentro de la sociedad pueden conducir a un deterioro en el comportamiento hacia otras personas. “La tentación de encontrar un chivo expiatorio en tiempos difíciles es alta”, escribió.
También se produjo un número relativamente alto de incidentes racistas en áreas públicas, en los ámbitos de las autoridades locales, las instituciones de educación y formación, la policía e Internet, señaló el informe.
En general, la xenofobia resultó ser el motivo más frecuente (404 casos), seguida de la discriminación contra las personas de color (306) y los musulmanes (55), latinos (51) y españoles (45). En alrededor de una cuarta parte de los incidentes hubo múltiples razones para la discriminación, como factores de género, estatus legal y social además del racismo.
El racismo puede ser explícito y violento
También se esconde tras pequeños gestos y prejuicios que siempre pueden ser discutidos. Algunos inmigrantes españoles nos dan sus testimonios de los momentos en que se han sentido discriminados en Alemania.
VANESSA BRAVO dejó su querida Málaga hace quince años para mudarse a Dresde. Tras la viralización de un vídeo publicado por ella en el que denunciaba la última agresión que había sufrido, ha querido contar lo que sucedió.
«Fui con mi hijo Alejandro, de diez años, a comprar material escolar. Pero cuando estaba en el parking un señor que iba conduciendo empezó a gritar que nos iba a atropellar». Añade que se asustó, ya que el suceso no fue simplemente una agresión verbal. «El hombre echó marcha atrás con el vehículo a una velocidad exagerada y con una fuerza… Si mi hijo no se llega a quitar, si se llega a quedar petrificado y no se aparta, lo atropella».
«Lo primero que pensé es que era un loco». Pero cuando fue a preguntarle por qué había hecho eso, el hombre la recibió con gritos: «Nos dijo que nos teníamos que ir de este país, que no pertenecíamos a Alemania». Es ahí cuando Vanessa se dio cuenta de que estaba volviendo a sufrir una agresión racista, por quinta vez.
En contra de los emigrantes españoles
La malagueña afirma que el racismo es algo común en su ciudad. «Todos los lunes hay manifestaciones en contra de los extranjeros en el centro. Las marchas están encabezadas por un grupo llamado ‘Pegida’, nacidos bajo el nombre de Patriotas contra la Islamización de Europa. Vanessa nos explica que este grupo está en contra de todos los extranjeros, independientemente de su nacionalidad.
Aunque no está dentro de sus planes a corto plazo, confiesa que no descarta regresar a España si la situación no mejora. «He pensado dejar Alemania, volverme a mi país y vivir sin miedo, dejarlo todo, porque es intolerable vivir así.
Wuppertal (Alemania)