Juana Ruíz, cooperante detenida ilegalmente por Israel durante meses y que está por fin en libertad, explica el único objetivo de Israel con su detención: deslegitimar e ilegalizar la acción de las organizaciones humanitarias internacionales en Palestina.

La trabajadora humanitaria española Juana Ruiz salió de prisión este 8 de febrero en Israel, 10 meses después de ser encarcelada, y tras haber recibido una libertad condicional que le permitirá terminar de cumplir su pena en su casa de la Cisjordania Ocupada.
«Seguramente habrá mucho que contar, pero ahora de momento lo único que necesito es un poco de descanso y reponerme moralmente y físicamente también y estar de nuevo con mi familia», ha declarado a los medios españoles en el puesto militar israelí de Yenín, adonde fue trasladada por el servicio penitenciario israelí tras salir de la prisión de Damon, en la ciudad norteña de Haifa, donde cumplía condena.

Un Tribunal miliar israelí condenó el pasado 17 de noviembre a Ruiz, de 63 años, después de que esta aceptara un acuerdo de culpabilidad para rebajar su pena, de cinco a dos cargos: «prestar servicios a una organización ilegal» y «recibir dinero e introducirlo ilegalmente» en Cisjordania, por su labor en una ONG palestina que Israel considera ilegal. A pesar de haber aceptado los cargos para rebajar su pena, Juana Ruiz siempre se ha declarado inocente.

“Seguramente habrá mucho que contar pero ahora de momento lo único que necesito es un poco de descanso y reponerme moralmente y físicamente también y estar de nuevo con mi familia”, declaró al anochecer a los medios españoles tras salir el martes de la prisión de Damon, en la ciudad norteña de Haifa, donde cumplía condena.

Visiblemente emocionada e impaciente por encontrarse con ellos ha agradecido el apoyo recibido y ha dicho «no entender todavía» lo ocurrido.

«Si no es una ocupación que vengan a tu casa a las cinco de la mañana a llevarte para interrogarte sin saber por qué ni para qué», ha expresado sobre su detención, y ha contado que la detuvieron «25 soldados, en una casa con tres personas mayores de 60 años, viejos».

«Que no hacemos daño a nadie», trasmitió sobre su arresto el pasado 13 de abril en su residencia de Beit Sahur, en Cisjordania, donde está radicada y trabajaba desde 1986 como coordinadora de proyectos de los Comités de Trabajos para la Salud (HWC en sus siglas en inglés).

Juana Ruiz terminará de cumplir condena en su casa de Beit Sahur, cerca de la ciudad palestina de Belén, el próximo mes de mayo, y espera ir a España a pasar una larga temporada con su familia y amigos.

Pasaron 24 días desde su arresto sin cargos el 13 de abril hasta que la Fiscalía militar israelí formalizó una acusación, y después fue condenada a 13 meses de prisión y una multa de 14.000 euros. La defensa de Ruiz solicitó su libertad condicional, que le fue denegada en diciembre por un comité penitenciario, pero tras recurrir, volvió a evaluarse hasta que se le fue concedida la pasada semana.

CRIMINALIZAR A LAS ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS

También agradeció el apoyo a sus compañeras palestinas presas, incluida la directora de la ONG donde trabajaba, Shatha Odeh, y para la que pidió “el apoyo necesario para su pronta excarcelación”.

Israel considera que los comités de Trabajo para la Salud desviaron fondos al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), considerado grupo terrorista también para la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, así como otras ONG palestinas que fueron posteriormente ilegalizadas.

“No sé a qué viene todo esto, ha sido una primera parte para ilegalizar todas las organizaciones de derechos humanos palestinas. Entonces somos una de ellas y ya está”, valoró sobre su sentencia.

”AGRADECIMIENTO POR EL APOYO RECIBIDO

Los servicios penitenciarios trasladaron a Juana Ruiz desde la prisión de Damon, en el norte de Israel, hasta un puesto militar israelí en Jalama, donde fue recibida por una representación del Consulado General de España en Jerusalén.

Más tarde se reunió en un restaurante cercano de territorio cisjordano, con su marido Elias y sus hijos George y María, quienes le han dado “la inyección de moral” para sobrellevar su estancia en prisión, declaró.

Ruiz contó que había hablado con el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, a quien expresó que está deseando volver a España para dar las gracias al “pueblo español”. “No sé cómo agradecerlo, no tengo palabras, me gustaría dar una abrazo a todo el mundo, uno por uno, se lo he dicho al señor ministro”, transmitió a su salida.
También agradeció el apoyo a sus compañeras palestinas presas, incluida la directora de la ONG donde trabajaba, Shatha Odeh, y para la que pidió “el apoyo necesario para su pronta excarcelación”.

Israel considera que los comités de Trabajo para la Salud desviaron fondos al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), considerado grupo terrorista también para la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, así como otras ONG palestinas que fueron posteriormente ilegalizadas.

“No sé a qué viene todo esto, ha sido una primera parte para ilegalizar todas las organizaciones de derechos humanos palestinas. Entonces somos una de ellas y ya está”, valoró sobre su sentencia.