Vivimos momentos veraniegos de gran afluencia en todos los espacios de ocio: en todos los lugares de nuestro país, vemos como ferias, festivales, conciertos se llenan de público; sin embargo, con tristeza vemos también que estos espacios de ocio se convierten en situaciones de riesgo para las mujeres, que los vuelven a vivir con miedo, que salir se convierte nuevamente en tener que cuidarse, autoprotegerse o buscar protección en el entorno, constriñendo nuevamente la libertad de las mujeres de ocupar los espacios públicos.

Los datos de un reciente estudio realizado por la UMA (Facultad de Estudios sociales y Trabajo y la Asociación Cívica para la prevención) son escalofriantes y destapan que el miedo en las mujeres a ocupar los espacios públicos sigue siendo una realidad. El 90% de las jóvenes encuestadas reconoce que teme sufrir una agresión sexual cuando sale de fiesta, mientras que al 70% de los hombres no les preocupa en absoluto. El propio Rafael Arredondo, (Trabajador Social y Doctor por la Universidad de Málaga), tras analizar los datos, concluye que ser mujer es un factor de riesgo dentro del ocio nocturno.

Venimos de muchos años de lucha y compromiso político poniendo a disposición de todas las mujeres espacios de atención y ayuda ante las violencias machistas en sus diferentes formas en espacios de ocio y disfrute, como en la Feria de Málaga, y no dejaremos de hacerlo; incluso vamos más allá y ponemos a disposición del Ayuntamiento nuestra caseta como espacio de referencia, punto violeta, para toda la feria, articulando acciones como una formación on line para todas las personas que estén en la feria haciendo trabajo voluntario para conocer cómo se puede dar esta multitud de violencias machistas —ya sea en forma de acoso, intimidación, abuso o violación—, poder detectarlas y actuar. Es una obligación de todas erradicar actitudes y acciones que violentan a las mujeres de nuestros espacios. Pero también en este compromiso ponemos a disposición un teléfono 24/7 para que, durante la feria, toda mujer que se sienta violentada tenga una persona que pueda cuidarla. Nosotras somos «casa» y así también lo plasmaremos en chapas identificativas para la seguridad de las mujeres.

Pero tenemos que ir más allá, mucho más allá, debemos hacer un cambio de perspectiva en referencia a la cultura del ocio y convertirla en la cultura del consentimiento: si solamente nos quedamos en la cultura de la protección, estamos normalizando la violencia sexual. Es necesario trabajar de forma firme la cultura del consentimiento, para vivir una sexualidad desde la libertad, sin el miedo impregnado. Es nuestro derecho y debemos reclamarlo alto y claro. De esta necesidad de cambio nace el lema que llevará nuestra caseta Rincón Cubano – Los Claveles: «Una feria con-sentimiento. Solo sí es sí». Animamos a todas las personas a que el sentimiento de alegría de disfrute, de disfrutar de los espacios, sea una realidad, pero que asimismo lo sea el consentimiento a la hora de vivir nuestra sexualidad también en la feria, que la libertad, la alegría, la rebeldía y el empoderamiento de la mujer en este espacio sean nuestra normalidad.

Es bastante llamativo (por darle algún calificativo) que, cuando el Ministerio de Igualdad, a través del Instituto de las Mujeres, está propugnando este cambio de paradigma, con campañas informativas que tienen gran repercusión, las consecuencias reaccionarias pronto salen a la luz, intentando ensuciar cualquier tipo de avance en este sentido. Lo vemos claro en todas las reacciones en relación al consentimiento, intentando tornarlo en negativo (bulos y chascarrillos sobre la firma de un contrato y demás ataques). Está claro que ocupar los espacios públicos en nuestra obligación y, ante aquellos que nos quieren devolver a las mujeres al ámbito de lo privado, las feministas tenemos la obligación de estar en los espacios públicos y no dejar ni un minuto a la reacción a que los conviertan en espacios hostiles, donde no queramos estar, que nos hagan cuestionarnos volver a casa.

Llama la atención el fenómeno de los pinchazos, independientemente de su naturaleza y finalidad. Nos asusta el hecho de que dicho fenómeno, en un primer momento, se convierta en noticia por la gran cantidad de casos que están dándose, pero que en algunos espacios mediáticos comience a molestar que se hable tanto de ello, porque despierta debates que los reaccionarios quieren ocultar.

Ante esto, nosotras más alto, con más alegría, con más rebeldía, con más sentimiento y consentimiento estaremos atentas para que todas las mujeres vivamos una feria desde la libertad y sin miedo.

Viva la Feria

Viva nuestra libertad sexual, y vamos a vivirla sin miedo.

Aroa Palma
Área Feminista del PCA Málaga.

Victoria Morales
Área de Feminismos de IU Málaga.