La coalición liderada por Lula da Silva para las elecciones presidenciales obtuvo el triunfo en la primera vuelta celebrada este pasado domingo tras obtener un 48,43% de apoyo frente al 43,20% alcanzado por el candidato de extrema derecha y actual presidente, Jair Bolsonaro. Este resultado hace que ambos líderes se tengan que enfrentar en una polarizada segunda vuelta que tendrá lugar el próximo 30 de octubre.
Esta ajustada victoria obliga a Lula a trabajar por intentar sumar a los aliados que quedaron fuera de la coalición que ha liderado formada por 10 fuerzas políticas. A estas fuerzas podría sumarse el apoyo de cara a la segunda vuelta del Movimiento Democrático de Brasil (MDB) y del Social Demócrata de Brasil (PSDB), formaciones que erigieron a la senadora Simone Tebet como presidenciable, así como el Partido Democrático Laboralista (PDT).
Si finalmente Lula conquista estos apoyos, estaría mucho más cerca de conseguir la presidencia del país y acabar así con la hegemonía neoliberal en Brasil, dando un paso de gigante para conseguir afianzar espacios que trabajen por una verdadera integración Latinoamericana.