La historia comienza en 2019, cuando el artista Javier Parra -secretario general del Partit Comunista del País Valencià-, se encerró dos años en un taller de Valencia para realizar (sin ayuda ni subvenciones) un mural que Josep Renau diseñó en 1969 durante su exilio en Berlín, dedicado a la clase trabajadora y que por diversas razones nunca fue realizado; el proyecto permaneció en un cajón durante 50 años.

Una vez terminado, Parra se ofreció a cederlo sin coste a quien quisiera exponerlo. Partía de que este año, coincidiendo con el 40 aniversario de la muerte de Renau, el 115 de su nacimiento y con Valencia declarada Capital Mundial del Diseño, las administraciones públicas mostrarían algo de interés hacia el artista valenciano, que fue pintor, cartelista, fotomontador (fundamentalmente de carácter político), diseñador, sobre todo de collage; muralista y militante comunista español. Además de director general de Bellas Artes en el periodo 1936-1939, durante la Segunda República española.

Pero se dio con un muro. Tras saltar el tema hace unos meses a las redes y los medios de comunicación, la Consellera de Cultura de la Generalitat Valenciana se reunió con él y le dieron la palabra de que en septiembre habría una propuesta para el mural. Llegado octubre Parra comunica que no tiene noticias y lamenta que la buena voluntad que ha mostrado en todo momento con la Generalitat y el Ajuntament de Valencià ofreciendo la cesión sin coste del mural de Renau no ha servido de nada.

Ante esta situación, Parra no se ha cruzado de brazos. Primero ha puesto en marcha una web http://elfuturotrabajador.com donde ofrece a disposición del público toda la información del proyecto de Renau desde 1969 hasta hoy. Luego ha sido comunicar a las administraciones públicas valencianas que si no hay una propuesta antes del 40 aniversario de la muerte de Renau (12 de octubre), dará por concluida la oferta de cesión sin coste del mural.

Como recalca Javier Parra en carta remitida a la responsable autonómica de Cultura “Por supuesto las instituciones no tienen ninguna obligación de aceptar mi ofrecimiento (faltaría más), pero los cargos públicos si tienen obligación de cumplir su palabra, como en este caso la Consellera Raquel Tamarit Raquel_Tamarit que se comprometió a tener una propuesta en septiembre.”

Además el artista valenciano se lamenta de que “La triste realidad es que 40 años después de la muerte de Renau sigue sin haber ningún lugar en Valencia donde poder ver de manera permanente la obra de Renau, y eso es responsabilidad ÚNICA de las instituciones, que no tienen ningún interés por razones ideológicas.” Y , sobre el futuro del mural, explica que “el destino del mismo (o los destinos), se valorarán en función del verdadero interés por la figura, la obra y el pensamiento de Renau. Sea en Valencia, en cualquier otro sitio de España, de Europa o del mundo. Esta semana se cumple el 40 aniversario de la muerte de uno de los más importantes artistas de la historia de España, pero también el responsable de proteger el Patrimonio Artístico Nacional frente a las bombas fascistas, y la mejor manera que tiene la Administración de reconocerlo es con la exposición de mural realizado en homenaje y reconocimiento a Renau.

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