La salud mental es importante y cada vez la sociedad es más consciente de ello. Distintas administraciones comienzan a dedicar más recursos aunque no siempre van en la mejor dirección, como es el caso de Extremadura, en donde el Consejo de Gobierno de la Junta ha procedido a la adjudicación directa del Servicio de Atención Psicológica no presencial, dirigido a los jóvenes, a las “Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús”.
La ayuda psicológica de los y las jóvenes de Extremadura ahora estará en manos de una congregación religiosa. El PSOE no sólo privatiza el servicio, sino que además se lo adjudica de forma directa a una entidad católica que por su propia naturaleza tendrá un sesgo que lastrará la posible ayuda de las personas adolescentes que demanden este servicio.
Basta con pensar en dos ejemplo; una mujer joven que se ha quedado embarazada y se plantee cómo abordar la interrupción de ese embarazo; o un chaval gay que está sufriendo en su entorno presiones por su orientación sexual. Cuando requieran el servicio de atención psicológica, la administración les derivará a una religiosa.
El proyecto piloto Extremadura Responde, está destinado fundamentalmente a jóvenes de 10 a 30 años, pero también a sus familiares o personas de referencia y a profesionales del ámbito educativo y de atención a la población juvenil. Una autentica aberración la adjudicación a las Hermanas Hospitalarias, que además cobrarán 1.080.000 euros del bolsillo de todos los extremeños y extremeñas, por gestionar este servicio.