La lucha de clases es uno de los pilares fundamentales del pensamiento marxista y se refiere a la lucha entre las clases oprimidas y las clases opresoras por el control de los recursos y los medios de producción. Sin embargo, esta lucha no se limita solo a la división entre proletarios y burgueses, sino que también incluye la lucha contra la opresión de género y sexual. 

La opresión de género se refiere a la subordinación y discriminación que sufren las mujeres a manos de los hombres en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el trabajo, la política, la cultura y la familia. El feminismo es la corriente ideológica que ha surgido para luchar contra esta opresión, proponiendo la equidad de género y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

El feminismo ha tenido una estrecha relación con la lucha de clases desde sus orígenes. Las mujeres han sido históricamente oprimidas, sometidas a la explotación capitalista, pero también a la subordinación patriarcal. Por tanto, la lucha feminista no solo se ha centrado en la igualdad de género, sino también en la reivindicación de los derechos sociales y laborales de las mujeres, como el derecho al voto, al trabajo remunerado, a la educación y a la salud. 

El movimiento feminista ha logrado grandes avances en las últimas décadas a nivel mundial, pero aún queda mucho por hacer. La brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad en todo el mundo, así como la violencia machista y la discriminación laboral. Además, las mujeres siguen siendo minoría en los puestos de poder y decisión, lo que refleja una clara división de clases dentro del género. 

Opresión sexual, discriminación y violencia

Por otro lado, la opresión sexual se refiere a la discriminación y la violencia contra las personas que no se ajustan a la norma heteronormativa, es decir, que no se identifican con el género que se les asignó al nacer o que tienen una orientación sexual distinta a la heterosexual. Los derechos LGTBI son la respuesta a esta opresión, que propone la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas sin importar su orientación sexual o identidad de género. 

La lucha por los derechos LGTBI es una parte fundamental de la lucha por la igualdad de género y por la justicia social del PCE. El movimiento LGTBI ha luchado con éxito por la eliminación de leyes que penalizaban la homosexualidad, la creación de leyes que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, y la implementación de legislación contra la discriminación en el trabajo y en la vida cotidiana. 

A pesar de estos avances hay que tener muy presente que aún existen países donde la homosexualidad se castiga con la pena de muerte y donde las personas trans son víctimas frecuentes de violencia y discriminación. 

Desde una perspectiva marxista, el cambio social sólo es posible a través de la acción colectiva de la clase trabajadora de la que sin duda forman parte las mujeres y los colectivos LGTBI.

Este cambio social no solo tiene que ver con la eliminación de la opresión cultural y social, sino también con la abolición del sistema capitalista y la creación de un estado socialista basado en la propiedad colectiva de los medios de producción y la distribución igualitaria de las riquezas.

En la sociedad actual, la lucha por los derechos de la comunidad LGBTI es una de las principales prioridades para quienes buscan una sociedad más justa e igualitaria. Desde una perspectiva marxista del PCE, es posible analizar cómo las estructuras económicas y políticas influyen en la discriminación y opresión que enfrentan las personas LGBTI. 

Debemos reconocer que la homofobia, la transfobia y la discriminación hacia las personas LGBTI no son fenómenos naturales o inevitables. Son el resultado de la opresión de la clase dominante en el sistema capitalista, que crea y mantiene normas culturales y sociales que justifican y refuerzan la opresión de las minorías sexuales. 

Las personas LGBTI se enfrentan a la discriminación en muchos ámbitos de la vida, incluyendo la discriminación laboral, el acoso escolar, el odio y violencia hacia sus identidades en espacios públicos, y la falta de acceso a la vivienda y a los servicios públicos básicos. En muchos casos, estas formas de discriminación son fruto del conservadurismo y del prejuicio social hacia la diversidad sexual. 

El marxismo apoya la idea de que la lucha contra la homofobia y la transfobia debe ser parte de la lucha por la emancipación de todas las clases oprimidas. Es decir, la lucha de las personas LGBTI por igualdad debe verse como un aspecto clave del proyecto transformador del PCE hacia una sociedad socialista más justa e igualitaria. 

La lucha por los derechos LGBTI también es importante porque desafía la idea de la “familia tradicional” y las presiones sociales y culturales que intentan forzar a las personas dentro de esta norma. De hecho, la lucha LGBTI se ha convertido en una de las formas más importantes de lucha contra la opresión y el control social del Estado y la Iglesia. 

En lugar de aceptar la ideología dominante que perpetúa la opresión y la discriminación de la comunidad LGBTI, el marxismo apoya la creación de sociedades más diversas e inclusivas, donde las personas puedan manifestarse libremente y sin temor a ser marginadas por su identidad sexual. 

Enfoque comunista

Desde el PCE , los derechos LGBTI son fundamentales e inseparables de la lucha por la igualdad social y la liberación de todo tipo de opresión.

Un enfoque comunista enfatiza en la lucha contra la opresión y la discriminación basada en la orientación sexual, la identidad y la expresión de género, impulsando una sociedad libre de homofobia, transfobia y bifobia.

Las comunistas defendemos el derecho a la igualdad legal y social, a formar relaciones libres y a expresarse sin temor a la discriminación o la violencia. Además, luchamos por la diversidad sexual y de género, y promovemos la educación no discriminatoria para combatir el odio y la intolerancia.

En resumen, nuestro partido el PCE, entendemos que las teorías marxistas tienen una perspectiva que puede ayudarnos a entender y luchar contra la discriminación y opresión que enfrenta la comunidad LGBTI en el sistema capitalista. La lucha por la igualdad de derechos y contra la homofobia y la transfobia debe ser parte integral de la lucha por una sociedad más justa, igualitaria y libre, y para el PCE es una prioridad defender y luchar por los derechos de las personas LGTBI.

(*) Secretaría de LGTBI

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