Dolor y sufrimiento. Es lo que ha dejado la incursión de las fuerzas sionistas en el campo de refugiados de Yenín que de momento se salda con 12 muertos, 100 heridos de los cuales 20 se encuentran en estado grave y más de 3.000 desplazados. La operación en Cisjordania es la de mayor envergadura de las últimas dos décadas, alcanzando el triste reconocimiento de ser la operación mas sangrienta desde la Segunda Intifada (2000-2005).
Tropas y drones israelíes han entrado a sangre y fuego en el campo de refugiados que acoge a personas palestinas refugiadas desde hace 75 años cuando las bandas sionistas expulsaron a la población palestina de sus hogares. Cabe destacar que la región vive su mayor pico de violencia y en lo que va de año, 142 palestinos han muerto asesinados por las tropas israelíes, de los cuales 23 eran menores.
La ofensiva se produce en el marco de un incremento de la agresividad por parte del gobierno de extrema derecha de Netanyahu. Ben Gvir, titular de la Seguridad Nacional israelí ha pedido al gobierno que lance una operación militar a gran escala en Cisjordania porque las fuerzas de seguridad deben matar a «miles de terroristas», en clara referencia a la población palestina. Además, ha animado a que los colonos hagan todo lo que esté en sus manos para ocupar territorios y expulsar palestinos.
El presidente palestino, Mahmud Abás, ha suspendido los contactos y la coordinación de seguridad con Israel tras los ataques, según ha informado su oficina en un comunicado. La decisión se ha tomado tras una reunión con otros dirigentes de la Autoridad Palestina, que ha calificado la operación como «un crimen de guerra» y una «brutal agresión» y ha instado a la comunidad internacional a tomar medidas.
Abás ha pedido al Tribunal Penal Internacional (TPI) que acelere el caso presentado ante él y ha animado a las familias palestinas a que presenten causas ante el tribunal contra las fuerzas israelíes. Así, ha exigido la suspensión de la membresía de Israel en la ONU y ha invitado a la comunidad árabe e internacional a apoyar la posición palestina.
Por su parte, el Partido Comunista de España, ha emitido un comunicado, donde condena esta ofensiva contra el campo de refugiados de Jenin, rechaza y denuncia los llamamientos violentos del ministro de extrema derecha, Ben Gvir, contra la población palestina y exige que la comunidad internacional y en especial la Unión Europea dejen de mirar hacia otro lado y condenen la ofensiva contra Jenin, tomando medidas contundentes en sus relaciones con Israel.