El 3 de marzo de 1989 José de Jesús Antequera Antequera o Pepe, como lo llamaban sus amigos, llegó muy temprano al aeropuerto El Dorado de Bogotá para viajar con rumbo a Barranquilla, su ciudad natal. En esa ciudad iba a pasar unos días para disfrutar de la compañía de su madre; sin embargo, lo que el líder político comunista ex candidato a la presidencia de Colombia por el partido Unión Patriótica (UP) no sabía era que ese día tomaría un rumbo sin regreso.
Cuando apenas llegaba al terminal aéreo se encontró con el entonces excandidato presidencial Ernesto Samper Pizano, con quien solo tuvo un instante para intercambiar un saludo. En ese momento se acercaron a él varios sicarios, y sin mediar palabra empezaron a dispararle en repetidas ocasiones. Antequera recibió 28 impactos, disparados por un asesino identificado como Luis Fernando Mona Hincapié, un joven de 20 años procedente de Medellín, quien posteriormente fue dado de baja por escoltas del DAS, para que no pudiera ser interrogado.
Los sicarios que cometieron aquel atentado conocían detalladamente todos los movimientos del dirigente de la Unión Patriótica (UP). Por su parte, los escoltas asignados por el Gobierno eran del entonces Departamento Administrativo de Seguridad (DAS). El asesinato no era casual, Antequera había denunciado el desarrollo de una estrategia paramilitar vinculada a las Fuerzas Armadas y algunos políticos en la Costa Atlántica.
“Pocos días antes, en Montería, capital del paramilitarismo y del anticomunismo, había denunciado con valor a Carlos Castaño y a las AUC como promotores de la guerra sucia contra la Unión Patriótica, con la complicidad de oficiales y brigadas del Ejército. Algunos periodistas dijeron que allí selló su sentencia de muerte. Fue superior el valor de este joven comunista y revolucionario, que como tantos otros, no vaciló en denunciar a los directos responsables del martirologio de comunistas y luchadores populares”, relató uno de sus amigos, Carlos Lozano, director del Semanario Voz.
34 años después llega la justicia
El pasado 31 de agosto de 2023 la Fiscalía colombiana presentó cargos formales contra tres detectives del DAS, que pertenecían al suprimido departamento de inteligencia colombiano, por su asesinato. Se trata de Didier Augusto Hernández Caicedo, Carlos Alberto Cortes Bocanegra y Rodolfo Sanjuan Garzón por los delitos de homicidio con fines terroristas agravados en el caso del reconocido líder de la izquierda y en el asesinato de Luis Fernando Mona Hincapié, señalado hasta la fecha como el presunto autor material del homicidio.
Todos formaban parte del equipo de seguridad del dirigente comunista mientras era candidato de la UP, el partido que se formó en una desmovilización de las FARC y fue víctima de un genocidio con más de 5.000 víctimas. La Fiscalía ha determinado que los tres exfuncionarios deberán responder en juicio como posibles responsables de los delitos de homicidio con fines terroristas agravado, tentativa de homicidio, concierto para delinquir agravado y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas, según informó en un comunicado.
«El material probatorio advierte que el supuesto agresor, al parecer, no portaba armas y simplemente esperaba en una fila de viajeros con un maletín. Sin embargo, los escoltas del dirigente abrieron fuego sin control hasta causarle la muerte», argumentó la Fiscalía.
Además, uno de los acusados, Hernández Caicedo, intentó ocultar una submetralladora en el cuerpo del hombre de 20 años para fingir una requisa y asegurar que ese era el «artefacto homicida». Pero «las pruebas de balísticas indicaron que el posible sicario nunca activó armas y que la subametralladora habría estado en poder del detective Hernández Caicedo», alega la Fiscalía.
Por tanto, según la Fiscalía, los exmiembros de seguridad, integrantes del DAS, no actuaron en defensa propia y actuaron de forma premeditada para en primer lugar crear confusión y en segundo asesinar al excandidato. «La resolución de acusación reafirma que el homicidio de José de Jesús Antequera Antequera corresponde a un crimen de lesa humanidad, que hizo parte de un patrón de criminalidad en el que se concertaron agentes del Estado, narcotraficantes y grupos paramilitares para exterminar a los integrantes y representantes de la UP», apuntó la Fiscalía.
El genocidio de miembros de la UP incluyó, además de Antequera, a otros dos excandidatos presidenciales: Jaime Pardo (1987) y Bernardo Jaramillo Ossa (1990). Además, según la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que estudia este genocidio en el macrocaso 06, 5.733 personas fueron asesinadas o desaparecidas en ataques dirigidos contra el partido político Unión Patriótica entre 1984 y 2016.