Hace 42 años, la Organización de Naciones Unidas (ONU) estableció el 21 de septiembre para conmemorar y fortalecer los ideales de paz en cada nación y cada pueblo, a fin de que estos se sintieran motivados para cumplir un cese de hostilidades durante ese Día. La paz no sólo es ausencia de conflictos armados, sino que debe estar ligada a que todos los seres humanos puedan tener un nivel de desarrollo que les permite una vida digna.
Es por ello, que coincidiendo con esa efeméride, el PCE ha emitido un manifiesto donde recuerda que los valores de la paz se refieren a la lucha contra la guerra, y en defensa de la solidaridad entre los pueblos y se deben concretar en una lucha política y cultural por el desarme y contra el militarismo, pero también contra la marginalidad, la miseria económica, la intolerancia, el racismo y la xenofobia.
«La voluntad de construir una sociedad pacífica y pacifista, a nivel mundial y en cada país, debe ser uno de los ejes básicos de la acción de las y los comunistas, que debe impregnar todo el comportamiento social y político —incluido el personal— de todos y todas los que apoyamos una opción socialista», recoge el texto difundido.
Desde esa perspectiva señalan que la multiplicación de los conflictos bélicos, muchos de ellos de carácter interno, y el aumento de los gastos militares, de nuevo en una alocada carrera de armamentos, exigen mantener la demanda de una eliminación del armamento nuclear y una reducción inmediata y drástica de estos gastos y la renuncia a la guerra como instrumento de relación humana. «Por ello, el PCE reclama una vez más la disolución de la OTAN o en su caso la salida de España de la misma».
Al mismo tiempo, desde el PCE abogan por la disolución progresiva y completa del Ejército, para reorientar el presupuesto de Defensa hacia la cooperación social entre los pueblos, de reducir la concentración del poder militar y orientar la política defensiva a favor del concepto de defensa integral no militar, cuyo eje sea la población y su participación activa en la misma. Asumiendo el antimilitarismo como una de sus señas de identidad.
De manera concreta recuerdan que el PCE trabaja para que España forme parte activa del bloque de países que están trabajando por el alto al fuego y por una salida justa y negociada de la guerra de Ucrania y que defienden unas Naciones Unidas cuyo funcionamiento recupere los mismos principios del derecho internacional que inspiran su Carta Fundacional.
«La paz es la condición imprescindible para que los seres humanos puedan disfrutar todos sus derechos, disfrutar de un planeta habitable y tener una vida digna. Es hora de la paz. Alto al fuego. Diálogo», concluye el manifiesto.