El Consejo de Administración del Grupo RENFE ha acordado privatizar la Sociedad RENFE Mercancías. Entregar a la empresa privada el control de un sector estratégico como es el transporte de mercancías por ferrocarril es un despropósito más en la deriva privatizadora que llevan manteniendo durante años los distintos gobiernos de nuestro país.

El 26 de septiembre el Grupo Parlamentario Plurinacional SUMAR registró en el Congreso de los Diputados una serie de preguntas dirigidas al Gobierno para su respuesta por escrito, manifestando su preocupación por lo que se entendía a efectos prácticos como una privatización de la filial pública.

Tras la aprobación por parte del Consejo de Administración de RENFE, deberá ser la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos y el Consejo de Ministros quienes la aprueben definitivamente.

Aunque al proceso le queda recorrido para su aprobación definitiva, el PCE se muestra en contra del traspaso de la Sociedad Renfe Mercancías.

El desmantelamiento y privatización que se ha producido en nuestro país del ferrocarril público ha conducido al descenso paulatino del ferrocarril como sistema de transporte de mercancías. Actualmente sólo el 4 % de todas las mercancías son transportadas por tren, frente al 20 % que lo hacen en Europa.

Sólo desde lo público se puede abordar un sistema de transporte de mercancías sostenible. La utilización de plataformas intermodales de rotura de carga y distribución de último kilómetro, con desarrollo de los accesos ferroviarios a puertos marítimos, puertos secos y centros logísticos, necesidades que hoy tiene el transporte por mercancías en nuestro país, y que permitirán equilibrar territorial y socialmente el mismo, no está en el horizonte de ninguna empresa privada.

Seguimos dejando en manos de empresas privadas la seguridad en el transporte, y la precarización en el empleo. La seguridad en el transporte y el empleo de calidad no puede hacerse sin que exista un carácter público en el empleo ajeno a los beneficios empresariales.

Existe una clara necesidad de reducir la dependencia de los combustibles fósiles, el transporte de mercancías ferroviario es hoy por hoy una de las principales fuentes disponibles para la disminución de esta.

No será una empresa privada quien acometa la necesaria electrificación de la red ferroviaria de mercancías, quien acometa todas las obras de mejora necesarias para posibilitar el trafico combinado de personas y mercancías, si no recibe fondos públicos.

Exigimos volver al modelo público de transporte ferroviario con la reversión de todas las privatizaciones encubiertas mediante licitaciones a empresas privadas. El modelo de ferrocarril que se ha implantado en España era y es inasumible desde todos los puntos de vista. Un modelo que siempre hemos denunciado y al que organismos oficiales europeos también han reconocido. No es la primera vez que desde Europa se nos corrige en el modelo que se trata de imponer. La necesidad que plantearon sucesivos gobiernos de la separación de RENFE en distintas empresas, algunas directamente Sociedades Anónimas, ya fue desmentida por Europa, no era necesaria y solamente se ha conseguido empeorar la situación de cada una de las empresas que RENFE troceó.

La potencialidad de ahorro de combustibles fósiles con el transporte de mercancías supera con creces todo el supuesto ahorro que se pretende conseguir con la implantación de renovables, fotovoltaicas y eólicas.

Exigimos ya la puesta en marcha de un modelo serio y global del transporte tanto de viajeros/as como de mercancías con proyección a largo plazo.

(*) Portavoz del PCE en la Coordinadora Estatal por el Tren Público, Social y Sostenible