El próximo año se cumple el 40 aniversario de su cierre. Fue el 31 de diciembre de 1984. Esa nochevieja por última vez circuló un tren de pasajeros desde la localidad extremeña de Plasencia hasta la localidad leonesa de Astorga. El tramo continuó para mercancías hasta 1996, fecha en la que se clausuró hasta el día de hoy, que sigue sin servicio, estando desmantelado en muchos puntos.
Se acababa así una línea que vertebraba el oeste peninsular conectando cuatro Comunidades Autónomas (Andalucía, Extremadura, Castilla y León y Asturias), e incluía paradas en múltiples comarcas y capitales de provincias (Cáceres, Salamanca, Zamora y León), además de las regionales (Sevilla, Mérida y Oviedo). Pero casi 4 décadas despúes, la reivindiación de la reapertura de esta importante vía coge fuerza como demuestran las concentraciones que este sábado se han celebrado en distintas localidades que se vieron afectadas.
En todas las protestas se ha leído un manifiesto en el que se señala que “no es de recibo” que el Ministerio de Movilidad, Transporte y Agenda Urbana se haya limitado a publicar, el pasado 25 de septiembre, la licitación para la redacción del estudio de viabilidad para reactivar el corredor ferroviario de la Ruta de la Plata entre Plasencia y León, con un plazo de ejecución de 24 meses que terminaría en abril de 2026.
Según el texto, en dicho documento se limita la inclusión de la Ruta de la Plata en la Red Global de la Red TransEuropea de Transporte (RTE-T), “lo que supone retrasar su horizonte de ejecución a 2050”, omitiendo, además, cualquier compromiso de priorización de esta infraestructura “y desoyendo las reiteradas peticiones de los parlamentos regionales, nacional y de la propia Comunidad Europea” para que sea incorporada dentro de la Red Básica Ampliada de la RTE-T.
Por ello, se insta al Gobierno español a solicitar a la Unión Europea la inclusión del corredor Ruta de la Plata en esta última red y se le exige que se comprometa a recabar la financiación necesaria para que se restablezca “cuanto antes” el tránsito ferroviario por este eje y que “la totalidad de este corredor esté culminado antes del año 2040”. También se ha reclamado al Gobierno que se comprometa públicamente de estudiar una alternativa, con sus mejoras y variantes, sobre la traza actual, pues “la existencia de un uso recreativo marginal como vía verde no puede condicionar la viabilidad perseguida”.
Estas demandas se realizan ante el posicionamiento que el Gobierno español debe concretar a la Unión Europea, por el cual tiene que enumerar sus prioridades en materia de infraestructuras ferroviarias para que sean tenidas en cuenta en la revisión que realizará la Comisión Europea en 2024 de la Red Europea de Transporte, suponiendo esta cuestión la fijación para los próximos cinco años de las inversiones en materia de infraestructuras ferroviarias que van a contar con una financiación prioritaria de la Comunidad Europea, han avisado los colectivos convocantes.
“Es un clamor en todo el oeste de la Península la percepción de un abandono secular de esta parte de España por parte de los sucesivos gobiernos centrales y la dejación de los gobiernos autonómicos, que comparten la responsabilidad, lo cual se ha traducido en las tasas más elevadas de despoblación y de atraso socioeconómico”, indica el manifiesto.
Y por último advierten de que la intercomunicación de los distintos puertos del arco atlántico de la Península solamente se logrará con la reactivación de esta arteria, “que cosería toda la red del Corredor Atlántico y permitiría el flujo de mercancías entre Europa y los continentes africano y americano”.