En Terrassa, desde el núcleo del PSUCviu de la ciudad, el pasado 18 de noviembre se promovió un encuentro de antiguos militantes de la JCC (Joventut Comunista de Catalunya) del PSUC de los años 60 y 70 del siglo XX. Fue una reunión entre compañeras/os y/o camaradas que compartieron organización política juvenil en aquellos duros años.

En Terrassa, la JCC (heredera de la histórica JSUC) fue capaz de albergar en su seno entre 400 y 500 militantes, unos números extraordinarios si tenemos en cuenta que toda su actividad la tuvieron que desarrollar en plena clandestinidad. Fueron innumerables las luchas en las que participaron o directamente organizaron con el objetivo de minar la dictadura franquista para hacerla caer y traer la democracia. Apoyaron las huelgas que se convocaron en las fábricas, las manifestaciones, movilizaciones contra la carestía de la vida y por los servicios básicos en los barrios, crearon innumerables centros juveniles, dieron vida a las CC.OO. Juveniles, hicieron que las paredes hablasen o lanzaron octavillas. Todas estas acciones no eran nada desdeñables si tenemos en mente que si la policía los detenía las consecuencias podían ser terribles. El fascismo siempre responde con violencia y en comisaría podían desde recibir palizas, ser sometidos a torturas, hasta pasar varios días en el calabozo o ser sometidos a juicios y pasar meses o años en prisión. Algunos/as camaradas incluso tuvieron que optar por el exilio para esquivar la represión .

Todas estas luchas y muestras de compromiso tanto de las JCC como del PSUC es lo que hizo que nuestra ciudad fuera un referente en el resto de España y se la conociese como “Terrassa la Roja”.

Creemos que recordar estos acontecimientos y recoger los testimonios de quienes los vivieron y aún continúan entre nosotros  es un ejercicio de memoria imprescindible para que sus experiencias y sus lecciones de compromiso y lucha no queden en el olvido. El equipo de trabajo que se creó para la organización de este reencuentro se ha automandatado para recoger las experiencias y vivencias de quienes asistieron a esta cita y de quienes quisieron venir pero no pudieron. Recoger este legado es una tarea ardua pero posible y tenemos el deber de hacerlo. Si se consigue suficiente material se pretende elaborar un dosier o incluso editar un libro .

La rica experiencia de la mayor organización política juvenil de nuestra ciudad durante el franquismo, merece que se escriba el capítulo del importante papel que jugó en nuestra historia reciente. Larga vida a la JCC.

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