Manolita del Arco, Juana Doña, Palmira San Juan o Vicenta Camacho fueron algunas de los cientos de mujeres que pasaron por la cárcel de Segovia durante el franquismo. Muchas de ellas fueron encarceladas por su activismo político, su ideología y militancia, y todas ellas sufrieron una doble represión: por mujeres y por oponerse al régimen, lo que denunciaron en innumerables ocasiones, como la huelga de hambre de 1949.

Con motivo del 75 aniversario con la que denunciaban las deplorables condiciones en las que estaban, el pasado 23 de marzo se realizó en Segovia un coloquio con familiares de las presas anteriormente mencionadas. Todos ellos, junto con Santiago Vega, historiador y profesor universitario, hablaron de cómo era la vida en la prisión, bien por las historias que les han ido llegando de sus familiares o por estudiar el tema.

La huelga de hambre puso en entredicho la forma de actuar de las autoridades penitenciarias, y a pesar de la represión y aislamiento que supuso para las presas como castigo, supuso un éxito. “Claro que fue un éxito, rotundamente. El gran éxito fue que llegó al exterior, que lucharon, que no se quedaron quietas y denunciaron las injusticias. Probablemente no ganaron nada dentro de la cárcel, pero lo ganaron en dignidad”, cuenta el nieto de una de ellas.

Tal y como relataron, muchas de las presas eran políticas y llegaron desde toda España, aunque principalmente de la cárcel de Ventas (Madrid) y de Málaga. Con su llegada, se expandió la cultura, el activismo político y la unión de todas ellas. Así, la cultura y la política se convirtieron en una parte muy importante de su día a día, aunque para ello tuvieran que conseguir libros del exterior y reunirse a escondidas.

Pero no solo eso, sino que también tenían que trabajar (haciendo trajes para los soldados, para Renfe…), a pesar de que esto trajo consigo una gran controversia entre sus valores y principios y la supervivencia, ya que criticaban que suponía ayudar al régimen, pero también era una forma de conseguir dinero. “Desde aquí no podemos criticar la decisión que tomó cada una, ambas son totalmente comprensibles”, relatan los familiares.

Además, muchas de ellas, cuando salieron de la cárcel, ya en los años 60, siguieron con su militancia política (como en el PCE), en sindicatos o se unieron a colectivos feministas. “Lucharon por sus ideas hasta el final, la cárcel solo las afianzó”, coinciden.

Tras el acto, se visitó el Memorial Democrático de la Cárcel-Centro de Creación, cuya última ampliación se inauguró recientemente. Esta exposición permanente, con diseño de Christian Hugo Martín, cuenta desde febrero con cinco nuevas celdas (una de ellas de recreación) que perpetúan el recuerdo de todas las personas encerradas por defender la democracia y la libertad. Esta inversión fue impulsada en el pasado mandato a través de la concejalía de Memoria Democrática, dirigida por IU.

En 2019, a propuesta del grupo municipal de Izquierda Unida, fue inaugurada la primera fase de este Memorial. Se dio cumplimiento así a la moción presentada por la formación en 2016. Dicha propuesta tenía como objetivo dignificar a los presos y presas que sufrieron la represión franquista y divulgar el contexto histórico reciente del edificio.

Todo esto no hubiera sido posible sin el exhaustivo trabajo de documentación realizado por los historiadores Santiago Vega Sombría y Juan Carlos García Funes, del Foro por la Memoria de Segovia. En dicha labor ha tenido gran protagonismo los fondos conservados en el Archivo Histórico del PCE, como puede verse en múltiples documentos mostrados y citados en los paneles de la exposición permanente, así como otro archivos y fondos personales de presos/as y familiares.

El frío edificio mantiene algunas celdas como estaban en su día. Otras de ellas han sido reformadas y recogen historia, información, fotografías de hombres y mujeres que estuvieron presos allí, incluso hay una sala audiovisual. La imponente balaustrada sobrecoge y recuerda a la icónica fotografía en la que se ven a decenas de mujeres presas. Justo en el mismo sitio en el que Lucía Sócam, cantautora, interpretó dos canciones antes de la visita al memorial.

Mundo Obrero Segovia