El pasado viernes, ante la cercanía del 1º de Mayo, el Partido Comunista de España (PCE) y la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) presentaron su manifiesto para esta edición de la efeméride de lucha obrera.

A las demandas laborales, en esta ocasión, han sumado un enérgico rechazo a lo que consideran un uso político manipulador del sistema judicial por parte de las fuerzas de derecha y ultraderecha, lideradas por el Partido Popular (PP). En referencia a la carta del presidente Pedro Sánchez y su posible dimisión, ambas organizaciones han expresado su preocupación ante lo que perciben como intentos de desestabilización democrática, con el objetivo último de derrocar no solo al líder del Ejecutivo, sino al actual gobierno de coalición progresista en su conjunto, para favorecer a los intereses de la oligarquía.

En el comunicado emitido con motivo de esta conmemoración, el PCE y la UJCE también recuerdan que estas estrategias de «la guerra jurídica y la deslegitimación» han sido dirigidas hacia otros líderes políticos y sociales en el pasado. Han solicitado al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que tome medidas firmes para contrarrestar el uso político de la justicia por parte de sus opositores políticos, mientras que piden a la ciudadanía española que respondan con una amplia movilización en este Primero de Mayo.

En un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas y conflictos armados, el PCE y la UJCE han destacado la importancia de la solidaridad internacionalista y el llamado a la paz. Han expresado su preocupación por el genocidio en Palestina, provocado por un Estado de Israel que «también bombardea a sus países vecinos (Líbano, Siria, Irán e Irak) para arrastrar a sus aliados occidentales a una guerra regional de imprevisibles consecuencias». Los comunistas denuncian que el imperialismo busca alargar el conflicto entre Rusia y Ucrania, así como contribuir al cerco estadounidense a los avances de la República Popular de China.

Frente a lo que consideran declaraciones «incendiarias» de líderes europeos como Macron, el PCE y la UJCE han hecho un llamado a la unidad y la movilización ciudadana en defensa de la democracia, la paz y los derechos de la clase trabajadora, frente a la creciente amenaza reaccionaria y belicista. Mientras los «representantes políticos de la ultraderecha, la derecha, la socialdemocracia y los verdes europeos se abalanzan de nuevo hacia la austeridad», según denuncian, su llamamiento «a todas las fuerzas de la izquierda y progresistas, a los sindicatos de clase y a los movimientos sociales y culturales, al feminismo y la juventud» busca presionar para que el gobierno de coalición consiga aprobar medidas como el reconocimiento de Palestina, el establecimiento de sanciones a Israel o un «refuerzo de los sindicatos de clase» que pasa por la mejora de los subsidios de desempleo o una regulación en la introducción de algoritmos.

Finalmente, alertan del mantenimiento de niveles intolerables de siniestralidad laboral, ante la que piden una respuesta de los trabajadores y de las trabajadoras, secundando las movilizaciones convocadas por UGT y CC. OO. Sus proclamas para este 1º de Mayo son: «¡En defensa de la democracia, paremos la desestabilización de la derecha! ¡Por la paz, contra la guerra y la OTAN! ¡Ningún recorte por la guerra! ¡Paz, trabajo, vivienda, pensiones, sanidad, educación y vida digna!».