Los resultados de las pasadas elecciones autonómicas en Euskadi, celebradas el día 17 de abril, han puesto de manifiesto claramente, sin intermediarios, la opinión de la sociedad vasca, tal y como expresa en su resolución el PCE-EPK, y que puedes leer en la toda su extensión en la página 3.

El retroceso en votos y escaños del PNV-EA y del PP sitúan frente al abismo del error las estrategias frentistas y de la crispación. Ni la «homogeneización» del PNV ni la “crispación” del PP tienen opción apoyo mayoritario en Euskadi.

EBB no consigue los objetivos políticos planteados, es decir, obtener grupo parlamentario propio y los 100.000 votos que tenían como meta. Con una campaña de orientación más nacionalista que federalista y con la intención de reeditar el tripartito, se ha estancado en el número de escaños.

El PSOE gana votos y escaños, pasando a ser la segunda fuerza en Euskadi. El PSOE recoge el discurso de tender puentes y el no al frentismo, buscando puntos de acercamiento.

El PCTV-EHAR consigue dos escaños más que la Batasuna de hace cuatro años, irrumpiendo con fuerza en el escenario político vasco. La militancia y la estructura de Batasuna al servicio de EHAR han impulsado fuertemente a esta opción política sin programa. Ello unido la estrategia electoral del PSOE y la utilización de la Ley de Partidos para beneficio del PSOE.

Parece pues lógico llegar a las siguientes conclusiones:

1.- La derrota del Plan Ibarretxe y de la estrategia del Tripartito de realizar estas elecciones en forma de Plebiscito contra el Parlamento del Estado. La derrota en las urnas de políticas y estrategias que potencian la confrontación.

2.- El fracaso de la Ley de Partido pactada entre PP y PSOE y que éste último ha utilizado en forma electoralista.

3.- La necesidad de cambios profundos en EBB, para fijar una posición rotundamente diferente a la de la actual mayoría en el marco de las propuestas del EPK:

“Los resultados reflejan un retroceso de nuestros apoyos y una derrota de la estrategia diseñada por la actual mayoría. Si comparamos los datos con los últimos resultados obtenidos en las elecciones generales del 14 de marzo de 2004, la pérdida de apoyos todavía es mayor, situándose en un 3% y 40.000 votos.

La apuesta por la entrada al Gobierno vasco, hipotecando nuestro programa social, el enorme presupuesto económico que hemos manejado, el despliegue de medios en la campaña al más puro estilo de los grandes partidos no han servido para el despegue electoral de EB. Si a ello añadimos el coste que las políticas de Ezker Batua han tenido para IU en el conjunto del Estado podemos concluir que es necesario poner en marcha una reflexión y rectificación urgente de la orientación política y organizativa diseñada por la actual mayoría.

Los resultados electorales ponen de manifiesto la necesidad de iniciar cambios profundos en nuestra organización que van desde recuperar el discurso político de puente entre comunidades, la centralidad del discurso social, el impulso de nuestro trabajo en los movimientos sociales y la necesidad de recomponer la grave fractura que sigue instalada en el interno de Ezker Batua”.

Es el momento de plantear un federalismo más republicano y que tenemos definido a partir de la Conferencia del PCE del 22 de Febrero de 1997 (M.O. nº 73, Octubre 1997 y la Conferencia sobre Modelo de Estado celebrada los días 7 y 8 de Noviembre de 1998 (M.O. nº 87, Diciembre 1998).

La hemos definido como Estado Federal, democrático, solidario y republicano, avanzando hacia la participación ciudadana, definiendo el marco territorial desde el compromiso común y el respeto a la diversidad de los pueblos, buscando cotas de autogobierno que sean satisfactorias para los mismos, dentro del proyecto solidario de una España Republicana.

Hemos de ir hacia la descentralización en el ámbito local, dando mayores competencias y financiación a los ayuntamientos. Y también hacia la igualdad, la justicia social, la redistribución de la riqueza para superar de las diferencias sociales y territoriales.

Pronto tendremos en Galicia elecciones autonómicas. Nuestra apuesta debe ser la del federalismo republicano, la recuperación de Izquierda Unida pues es un proyecto indispensable en la democracia española.