China fue en el pasado un exportador de crudo. Hoy importa el 60% de lo que consume, con un crecimiento del 7,5% anual. Se cree que en 20 años el consumo de petróleo y gas de la China será igual al actual consumo de Estados Unidos. Para cubrir su demanda, China importa crudo del Medio Oriente, Sudeste asiático y Rusia.

El transporte de crudo se hace vía marina, a través del Estrecho de Malaca, que es uno de los pasos de buques petroleros más importante del mundo, pues trae crudo desde el Medio Oriente hacia Japón, China y otros países del Este Asiático.

Pero se quiere acabar con esta dependencia y para ello ha iniciado toda una serie de construcciones de oleoductos desde distintos lugares del Asia. Por otro lado, las crecientes necesidades energéticas de China lo convierten en un nuevo enemigo de aquellos países con los que compite por recursos energéticos como es Estados Unidos.

Esto se vio reflejado por ejemplo en las reuniones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, cuando China se opuso a que se impusieran sanciones a Irán y Sudán (medida propuesta por Estados Unidos), países de los que China importa crudo para cubrir con el 13% y 7% de sus necesidades energéticas, respectivamente. El incremento de recursos energéticos ha cambiado también las relaciones entre China y Japón, pues ambos países quieren acceder a los recursos energéticos rusos.

Dependencias y ventas

Japón es altamente dependiente del crudo del Medio Oriente. Para 1997 importaba un 77% del crudo de esa región. La estrategia de Japón para disminuir su dependencia energética es desarrollar fuentes alternativas de energía como es la generación fotovoltaica y células de hidrógeno. Adicionalmente Japón posee 53 plantas nucleares y se plantea construir nuevas plantas.

Corea depende también fuertemente de recursos energéticos externos para mantener su economía. Cada 10 años duplica su demanda energética, y un 97% de sus fuentes energéticas son importadas. Las fuentes domésticas son carbón e hidroelectricidad. El 69% de su consumo energético proviene del petróleo, 7% de gas natural y 24% de carbón bituminoso.

Este país se ha propuesto diversificar tanto sus fuentes energéticas por medio de incrementar el uso de gas natural y energía nuclear, o como diversificar sus proveedores, ya que depende fuertemente del crudo del Medio Oriente.

Arabia Saudita tiene interés de acceder a nuevos mercados asiáticos. Así la empresa china Sinopec recibió un nuevo contrato para explotar gas natural en ese país, y la empresa saudita Aramco está discutiendo la posibilidad de construir una refinería en China, y ha concluido negociaciones con Shell para adquirir una de las empresas más grandes de refinación del mundo, la empresa Showa Shell en Japón.

Además, la saudita Aramco ha llegado a un acuerdo con Sumitomo Corp. del Japón para la realización de un estudio de factibilidad para establecer una nueva refinería en la costa occidental de Arabia Saudita. Además Aramco tiene importantes intereses en Petron Corp. en las Filipinas y en la empresa surcoreana SK-Oil Corp.

El Caspio

Otro elemento importante en la geopolítica petrolera asiática, es el papel que tradicionalmente ha jugado Rusia entre los estados del Centro de Asia y Europa Oriental. Todos los hidrocarburos que se transportaban en la región de las repúblicas que formaron parte de la ex Unión Soviética pasaban por Rusia. La región de Chechenia es un paso importante de oleoductos, y de gran importancia geopolítica. A eso obedece la resistencia rusa de reconocerle como una república independiente.

En un afán por acabar con esta dependencia, Estados Unidos y Europa se propusieron sacar el crudo del Caspio por otras rutas. Además hoy la producción de los nuevos campos del Caspio ha incrementado más allá de la capacidad rusa de transportarla.

Por décadas, Estados Unidos ha apoyado a Turquía y Azerbaiján para desviar las exportaciones procedentes del Caspio, de Rusia.

Ninguno de los países petroleros del Caspio tiene fronteras marítimas; por lo que es indispensable la construcción de oleoductos y gasoductos y estos tienen que cruzar por alguna de las zonas conflictivas de la región (grupos separatistas caucásicos, la guerrilla afgana e iraquí, Irán, los conflictos armados en Georgia, etc.).

La importancia de la zona del Caspio se refleja en la presencia militar de Estados Unidos en los países del Caspio. En 1997, EE UU envió 500 militares a Kazajstán (donde se encuentran las mayores reservas del Caspio) para entrenar a soldados de ése y otros países del Caspio. El siguiente año hizo lo mismo en Uzbekistán.

Asímismo, 150 fuerzas especiales y 10 helicópteros de combate fueron enviados a Georgia en el 2002, para involucrar a ese país en el conflicto con Al Qaeda y los rebeldes chechenos, pero todos sabían que lo que hacían esas tropas en Georgia era resguardar sitios estratégicos para los intereses de Estados Unidos, especialmente los oleoductos. La presencia militar de Estados Unidos en la región se consolidó con las invasiones a Afganistán e Irak [invasiones que se mantendrán durante muchos años mientras dure la inestabilidad], lo que facilita su control de los ricos recursos petroleros en el área y sus ductos.

Adicionalmente, China ha iniciado también negociaciones con Kazajstán para la construcción de un nuevo oleoducto que llevará crudo a la China, lo que ha disgustado tanto a Estados Unidos y Europa como a Rusia. Esto acaba con la supremacía rusa en el Caspio, y exacerba los conflictos en la región.