En julio del 2005 el XVII Congreso del PCE decidió poner en marcha los trabajos que culminaran con la aprobación del nuevo Manifiesto-Programa. En enero de este año se constituyó la Comisión Redactora del mismo que aprobó el cuestionario con el que la militancia abordaba la discusión e intervenía con sus opiniones. La organización y sistematización de las mismas debían culminar en un documento aprobado por los órganos de cada
federación.
A fin de recabar opiniones y tomar el pulso al estado del proceso, se organizó en el ámbito de la Fiesta el día 17 un encuentro en el que participaron los camaradas Manuel Monereo, Ginés Fernández y Julio Rodríguez Puértolas. El que redacta este artículo se limitó a recordar las líneas maestras del proceso e invitar a los numerosos asistentes a participar expresando sus opiniones y experiencias. Las intervenciones fueron trece. Paso a resumirlas.
Cuatro de las intervenciones manifestaron que en sus respectivas provincias no se había iniciado el proceso y que ignoraban los nombres de los responsables del mismo. Aducían además que en sus territorios provinciales el único trabajo político estaba encaminado a los procesos electorales inmediatos.
El responsable del debate en Aragón (Chema) reconoció que la idea de Manifiesto había despertado ilusión y esperanza aunque la situación de crisis hacía que el proceso fuese lento.
Una intervención manifestó que el PCE carece de infraestructuras para llevar a cabo este proceso y que para Manifiesto ya teníamos el de Marx y Engels de 1847-1848.
Dos de los participantes expresaron una serie de críticas a la situación del Partido y reconocieron la necesidad de un debate de estas características aunque no dijeron nada acerca de su implicación o de la situación en su entorno de militancia.
Una intervención se dedicó a exponer algunas precisiones de tipo teórico sobre el Socialismo del siglo XXI
Otras dos hicieron la crítica a las posiciones que IU está tomando en los debates parlamentarios y en lo que a su juicio era la deriva social-demócrata de IU. De manera especial denunció la posición del grupo parlamentario ante la Ley de la Propiedad Intelectual.
Las dos últimas se preguntaron acerca de la dificultad existente para atraer a las juventudes de las nacionalidades hacia el PCE a la vez que propugnaron el valor de la Democracia Participativa.
Si queremos que los trabajos del Manifiesto-Programa culminen con éxito debemos recordar los dos objetivos marcados: reorganizar y galvanizar las energías del PCE y producir un objetivo teórico-programático que responda a la voluntad de todo el colectivo.
Creo que ha llegado el momento en el que las direcciones provinciales evalúen la situación del debate con todas las incidencias y documentación producida a fin de que las direcciones de cada federación redacten la posición de la misma. A tal fin convocaremos a los responsables del proceso de cada federación con el objetivo de saber y hacer llegar al máximo órgano de la dirección del Partido en qué situación estamos.