Los presupuestos de una institución demuestran el carácter que ésta quiere imprimir a la sociedad que gobierna o gestiona, como quiera plantearse, por tanto estos demuestran las prioridades, los beneficiados de su actuación, en el caso que nos ocupa los Presupuestos Generales del Estado, y el tono ideológico de los mismos, por ello los PGE2007 son la marca de la casa del gobierno Zapatero. Una parte de la izquierda no anda muy contenta con el talante presupuestario de zapatero, así desde IU afirma que «la distancia de IU con los presupuestos generales es muy grande» además de cuestionar la propaganda del gobierno de que son «nítidamente sociales». Para el Partido Comunista de España son unos «presupuestos continuistas sobre un modelo económico neoliberal fracasado», ya lo anunciaba Miguel Sebastián, Director de la Oficina Económica de Zapatero que aseguraba en julio de este año que el PSOE representaba el liberalismo económico y que los liberales podrían perfectamente sentirse representados por los valores y trabajo del PSOE. Para el PCE es un error el actual planteamiento de incremento de la productividad porque se hace «sobre el sacrificio de los derechos de los trabajadores».
La resolución de la permanente del PCE plantea que con estos mimbres solo cabe una posibilidad, la presentación de una enmienda a la totalidad y marcar un perfil nítido y propio en las enmiendas, para la mejora del presupuesto. Para los comunistas la política económica neoliberal (que se mantiene en los PGE/2007) no ha conseguido los objetivos propuestos, según los datos oficiales de las variables macroeconómicas, en temas como el incremento de la productividad, reducción de la inflación, balanza comercial, situación de los sistemas productivos básicos (mucho ladrillo y poca industria).
Para el gobierno el objetivo fundamental sigue siendo el incremento de la productividad. No es cierto que el incremento se base en las nuevas tecnologías y en los métodos de organización del trabajo, sino en la explotación de los inmigrantes, el mantenimiento de índices escandalosos de precariedad y en sistemas de trabajo (subcontratación) que conducen a una siniestralidad inadmisible. El PCE denuncia que los efectos económicos son inaceptables, los costes salariales en 2005 han subido un 2,6%, un punto por debajo de la inflación. El consumo final de los hogares reduce su crecimiento. La subida de tipos de interés tiene consecuencias graves a todos los niveles, creando graves problemas de accesibilidad a la vivienda para los jóvenes y sectores específicos de la población. Asimismo retrocede el equilibrio entre los distintos sectores productivos, siendo el factor más dinámico el de la construcción, pero sin embargo mantiene el precio de la vivienda fuera del alcance de una parte importante de la población y sumerge a las familias en un grado de endeudamiento preocupante a medio plazo.
Los índices industriales siguen bajo mínimos; desde luego por debajo de la eurozona.
El objetivo de estabilidad presupuestaria, que diseña unos PGE con superávit, no es aceptable, bajo ningún concepto, para los comunistas, máxime cuando el gobierno se jacta de que su política permanente consiste en gastar menos de lo que se recauda. La Reforma Fiscal, que cambia el fondo de la política de ingresos, como ya planteó el PCE en su día, es totalmente injusta, ya que beneficia a los más ricos (El 3% de los contribuyentes se van a llevar el 23% del ahorro) y según CC.OO. se van a dejar de ingresar 6.800 millones de euros, que dejan de estar dispuestos para financiar políticas de gasto, fundamentalmente social.
Se pospone la solución al principal problema, el empleo, cayendo la previsión del 3.1 % en 2005 al 2.5 % en 2007, lo que quiere decir que la cifra de creación de empleo no es paralela a la del crecimiento, esto significa que se oculta y mantiene un gran volumen de economía sumergida y de empleo clandestino. Son plenamente regresivos desde el punto de vista de la izquierda, ya que son unos presupuestos militaristas: la inversión militar es un 16,8% del total del sector público (2.245 millones de €); la ayuda al desarrollo es del 0,42, muy lejos por tanto del 0,7; la ayuda total a la iglesia, sin contar los últimos acuerdos, supera los 5.000 millones anuales. La financiación del cuarto pilar del estado del bienestar y la inmigración, el principal problema percibido por los españoles son ridículas, para la inmigración (300 millones) y Ley de dependencia (400 millones), son ridículas, reduciéndose las partidas de otros temas clave de gastos sociales.
En definitiva, a juicio del PCE se debería plantear por parte de los diputados de IU una ENMIENDA DE TOTALIDAD, remarcándose posteriormente el perfil de IU (rojo, verde, violeta y republicano) en un conjunto de enmiendas parciales. No es posible en técnica parlamentaria aceptar la filosofía global de los presupuestos: continuistas y neoliberales. El escenario macroeconómico que plantean exige una respuesta alternativa global, ya que la política que contienen y el modelo de crecimiento que amparan no permiten mirar hacia otro lado, a riesgo de que IU se siga subsumiendo en el programa del PSOE. La permanente del PCE, apuesta por que las líneas de actuación para la presentación de las enmiendas parciales se concreten en las siguientes: Inversión en políticas de creación de empleo, apostando por la estabilidad y la incorporación de las mujeres y de los jóvenes; ampliar el giro social, favoreciendo a las rentas más bajas y a los sectores más desfavorecidos; la apuesta por el municipalismo de izquierdas avanzando en la autosuficiencia financiera y la solidaridad presupuestaria con los ayuntamientos pequeños, para una mejor y más eficaz prestación de los servicios; el impulso por un giro medioambientales, que introduzca otro modelo energético y un modelo responsable de los recursos naturales; apostar por la introducción de políticas que vayan avanzando en otro modelo económico, consolidando la industria y los sectores estables de la producción. Apostar por los servicios públicos, mejorando a las necesidades actuales su dotación y hacer realidad los nuevos derechos, comprometidos con la Izquierda parlamentaria.
Mundo Obrero considera que estos presupuesto son el ejemplo ya palpable del cambio de ciclo en las alianzas que el gobierno realizo en los PGE2006, como así dijimos en su día en este mismo espacio, pero este ha dado un paso más: es el cambio de ciclo en lo ideológico hacia el centroderecha y ello debe ser contestado por la izquierda política y social, primero dando una firme respuesta a los presupuestos en el Parlamento y, posteriormente, una fuerte contestación en la calle a la política económica.