El PCA-PCE viene realizando, desde julio de este año hasta febrero de 2008, el I Curso de Formación de Cuadros «Dolores Ibárruri». En un momento como en el que estamos, la realidad se impone de manera tozuda a las voces que nos dicen que la voluntad militante es mimbre suficiente para tejer la cesta del socialismo.

Frente a este desmovilizador pensamiento, frente al autobombo autosuficiente de un mecanicismo inútil, un deber de la militancia comunista (por cierto, no el menos importante de todos) es mantenerse formado. Así, es fundamental conocer las claves del desarrollo o las políticas económicas que dominan el pensamiento único del neoliberalismo, cara moderna y democrática del gallo negro. Es igualmente importante saber, conocer lo mejor del Leninismo, nuestra tradición organizativa. Cada militante debería ser capaz de ver en cada análisis, de incorporar a cada acción, el tremendo componente organizativo que supone el principio de unidad más autocrítica.

Si importante es este deber de hacernos conscientes, no menos importante es el deber de la Dirección de facilitar esa ingente tarea a las y los camaradas. Formar a militantes que en cada momento, puedan cumplir con su papel de comunistas allí donde desarrollen su tarea; formar a un Partido que pueda ofrecerle a la sociedad que debate a comunistas que enriquezcan ese debate; formar a un Partido en el que ningún camarada queda sin tareas. Un Partido de cuadros.

Por este motivo, el PCA-PCE inició en junio el Curso de Formación de Cuadros «Dolores Ibárruri». Con carácter interno, busca profundizar en la formación como cuadros del Partido Comunista de España, en este caso en Aragón de camaradas que llevaban tiempo militando, con un importante componente voluntarista. Mujeres y hombres que se identifican plenamente con la línea del Partido, pero que a veces no saben como llevarla a la sociedad. Camaradas que empiezan a preguntarse qué papel debería desempeñar el Partido en las Instituciones, que se preguntan si hay maneras de decir las cosas de forma contundente pero asertiva, no agresiva, que muchas veces no asumen responsabilidades en sus Agrupaciones por no saber cómo se realiza un acta.

Si a esto le sumamos un par de nociones básicas sobre el papel de los medios de comunicación (o empresas de comunicación, como se quiera) en nuestra sociedad, algún apunte sobre qué y cómo debe incluir una nota de prensa o la publicitación de un acuerdo de Órganos del Partido, sazonado con una pequeña inmersión en el mundo de la «informática para militantes», nos haremos una idea aproximada de lo que pretende ser este curso.

Lo cierto es que parte de la dificultad, viene dada por la falta de práctica en estas lides. La primera enseñanza que todas y todos estamos recibiendo es que no es buena idea meter los conceptos organizativo y formativo en el congelador durante 20 años. ¿Cómo que 20 años no es nada? ¡Que nos lo digan a los comunistas!

Así pues, qué mejor manera de descongelarnos que cogiendo por los cuernos el toro de nuestra falta de formación. Tal vez de esta manera, poniendo formación en alguno de los espacios en donde solo había elecciones e instituciones empecemos a dejar de pensar a corto plazo y a preparar el PCE de mañana.