«La vivienda es un derecho pero también es un bien de mercado que genera actividad económica», esa frase que describe lo que piensan los neoliberales sobre la vivienda, se escuchó está legislatura de la boca de José Luis Abalos, por aquel entonces ministro del PSOE, quien plasmaba la oposición de estos a la Ley de Vivienda que Unidas Podemos lleva peleando toda la legislatura para garantizar este derecho a todas las personas de este país.

De momento, UP ha sido incapaz de sacarla adelante debido a la oposición frontal del PSOE, pero los últimos datos vuelven a avalar que el precio de la vivienda en España está disparado y hace cada vez más complicado su acceso a las capas populares. El precio de la vivienda libre subió una media del 7,4% en 2022, registrando así su noveno repunte anual consecutivo y su mayor alza desde 2007, cuando el precio aumentó un 9,8%, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) publicado este miércoles.

La subida experimentada en 2022 duplica la de 2021 (3,7%), recogida con los datos que acaba de publicar del Instituto Nacional de Estadística (INE), consecuencia tanto de la aceleración de los precios de la vivienda de segunda mano como de los pisos nuevos. La vivienda se está usando para especular, convirtiendose en un negocio en donde los capitalistas están invirtiendo en este tiempo de crisis.

Así, el precio de la vivienda nueva subió una media del 7,9% el año pasado, su mayor alza desde 2007, cuando aumentó un 11,9%. Con el incremento del año pasado, el precio de la vivienda nueva acumula nueve ejercicios de alzas. Por su parte, el precio de la vivienda usada aumentó un 7,3% en el último ejercicio, el doble que en 2021 y su mayor repunte también desde 2007, cuando creció un 8,2%. Con este repunte, la vivienda usada también acumula nueve años de subidas.

Estos indicativos vienen a corroborar el argumentario expuesto por Unidas Podemos en la necesidad de impulsar y sacar adelante una Ley de Vivienda que convierta en derecho el acceso a una vivienda digna para todas las personas.