La dirección de CCOO y de UGT siempre están en la Fiesta del PCE para debatir sobre la coyuntura política y laboral. Este años, entre investidura e investidura, hablaron sobre los ejes de trabajo y las propuestas para la nueva legislatura.
La Secretaria Confederal del UGT, Patricia Ruiz, compartió el cariño que tiene a la Fiesta del PCE, a la que le traía su padre comunista, y arrancó con un reconocimiento a la “revolución que supuso la reforma laboral para seguir avanzando” Entre las propuestas que desgranó en la carpa de la Fiesta destacó la reducción de horario laboral, y necesidad de que el despido sea disuasorio y resarcitivo, porque no todo el mundo está en las mismas condiciones.
Frente a la economía de las plataformas, explicó cómo el algoritmo está destrozando los derechos laborales, reivindicó que plataformas y precariedad no vayan unidos en el mismo paquete y puso la Ley Rider como ejemplo para controlar los algoritmos y hacer cumplir la contratación de los trabajadores por cuenta ajena. También denunció la “infame” reforma laboral de Grecia, “normalizando una forma de supervivencia a través del pluriempleo.
Y cerró poniendo en valor la labor de los sindicatos: “Cuanto más sube la afiliación más sube la conciencia política porque se habla de la cesta de la compra de la nacionalización de la deuda de los bancos, etc”
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, estaba cómodo en la sala y con la compañía. Ironizó que gracias a no haber ganado el PP no se han quedado sin funciones y garantizó que nadie va a reorientar las mejoras laborales conseguidas. Unai centró en su debate en cómo se han desmontado los viejos dogmas por los que se regulaba la economía, cuando las crisis se afrontaban con despidos y devaluación de los salarios. “Los grandes dogmas han fracasado”. Y se demostró en la pandemia, con la subida del 47% del SMI, y con la reducción de las tasas de temporalidad.
Aún así “tenemos que ser más ambiciosos que en otros momentos. España sigue teniendo enormes patologías” y se refirió a necesidad de seguir combatiendo la precariedad, y a la reducción de la tasa del desempleo.
Urgió a reflexionar sobre cómo la transformación tecnológica va a afectar a las relaciones laborales y a quién va a beneficiar, si a los trabajadores o al capital, porque esa tecnología podría servir para la reducción de la jornada laboral, por ejemplo.
“Es el momento de aumentar el SMI y reducir las brechas salariales. Y se va a montar la de Dios si lo pedimos porque hay empresas basan su productividad en la esclavitud de la gente”. Y hay formas de forzar esa salida: “cargarse las ayudas sociales para que tengan que coger salarios de mierda”.
Los empresarios no pensaban que iba a salir tan bien la reforma laboral. Pero cuando han visto que la ley no dejaba márgenes han contratado indefinido y no ha pasado nada.
El líder de CCOO uniendo lazos con el PCE y recordando una lucha común que dejó a tanta gente por el camino pero que nos trajo hasta aquí: “Al sindicalismo y al PCE nadie la va dar lecciones de democracia, de cómo se lucha contra la reacción”.
El anfitrión del encuentro, el Secretario General del PCE, Enrique Santiago, agradeció profundamente el trabajo realizado por el sindicalismo, especialmente durante los últimos cuatro años y se comprometió a seguir impulsando la agenda social y laboral. Puso énfasis en la recuperación de derechos que ha supuesto la reforma laboral. Y también ironizó: “Se ha demostrado que la intervención en la economía es muy saludable. Intervenir en energía y vivienda nos ha permitido controlar la situación mejor que a otros gobiernos de Europa”.
No hubiéramos sacado la mitad de las medidas sino hubiera sido por el empuje y trabajo de los sindicatos, en especial los sindicatos de clase. Por eso nunca estaremos suficientemente agradecido al trabajo del movimiento obrero organizado. Priorizó los objetivos planteados por los líderes de CCOO y UGT y se comprometió a incluirlos en programa de gobierno en el que se está trabajando